Me adapto a casi cualquier cosa

Primera Guinness en O'Connors, Killarney

El lunes mi alarma no sonó, pero tampoco hizo falta. A las 8:40 los gritos de mi hostmum junto a los de los niños me despertaron desde la escalera. “Eh, chica, a las ocho y media tienes que estar lista”- me dice ella nada más verme la cara-. Y continúa: “Lleva al niño al aseo, coge tus llaves, vamos a conducir”.

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