Una independencia muy mediática

Los Medios de Comunicación han priorizado el asunto catalán en su agenda informativa descuidando otras noticias que también eran importantes

José Manuel Sanrodri

Cataluña se ha convertido en los últimos meses, e incluso algunos años, en el foco de todos los medios de comunicación españoles y también extranjeros. Depende de la postura ideológica del medio o tiraban para una Cataluña dentro de España o para un independentismo de justificaciones. Es curioso como Medios de Comunicación cuyas noticias son muy regionalistas o provinciales han tenido su hueco en este conflicto. Los ciudadanos han monopolizado sus conversaciones con el tema y hasta los ha habido que se han dedicado hacer memes de todo, sin excluir ningún personaje y esto hasta ha causado malestar entre algunos políticos. Podría  aventurarme a decir que algunos han aprendido el idioma catalán siguiendo este culebrón que todavía no ha terminado. Se piden unas elecciones para el 21 de diciembre por parte de los partidos políticos que no estuvieron de acuerdo con la declaración ocurrente de la independencia. Porque una cosa está clara, el señor Carles Puigdemont no ha mentido a su electorado, él en la campaña electoral de 2015 prometió una independencia para su región y así ha sido.

No obstante, aunque muchos medios han intentado sin suerte colar otro tipo de noticia ante el empacho político Catalán, y discúlpenme pues no pretendo faltar al respeto, pero hay que reconocer que Cataluña ha monopolizado las horas de los Medios de Comunicación dedicándoles hasta especiales exclusivamente para dar un contenido que se podía ver casi en cualquier cadena televisiva. Es más que probable que si alguien en la otra punta del mundo no conocía esta comunidad autónoma, ahora ya la conoce. Quien haya sido el artífice de esta campaña publicitaria, debería ser contratado en las grandes empresas, pues seguro que si no vende bien su producto al menos provocará una independencia interna entre las divisiones del proceso de fabricación.

Pero la parte española tampoco se ha quedado atrás en todo lo que ha acontecido esta trama. Pues si tuviéramos que pensar en un personaje donde la pasividad sólo le hace despertar cuando se ve entre la inevitable hecatombe, ese seguro que tendría barba canosa y gafas. Muchos dirán que al final con el artículo 155 todos se ha solucionado con un final feliz y lo que no saben es que la ruptura de una parte de la población catalana con el estado español es inevitable. Todo esto se podía haber solucionado hace mucho tiempo, pero no se quiso porque se pensó que los problemas se olvidan y no ha sido así. Podría hacer una enumeración de los inicios de esta fractura, pero muy probablemente me quedaría en la superficie de algo que es mucho más profundo.

 

Las urnas invertidas

Como he explicado anteriormente, la solución ha sido aplicar un artículo para convocar de nuevo elecciones como si eso fuese a cambiar algo. Pero, ¿qué sucedería si hubiese una postura invertida para diciembre y quienes ahora desean hacer uso del voto en las urnas les negasen el paso los que no votaron en su referéndum? Se daría algo paradigmático, pues para España son elecciones legales, pero para el independentismo sería un proceso ilegal para su recién creada República, que muy pocos estados extranjeros reconocen. Esto me recuerda a cuando hubo una indignación política en 2011 y de aquel movimiento emergente en cuestión de meses fue sofocado cual herida cosida. De aquella cicatriz surgió un proyecto político que a día de hoy es una sombra a la deriva.  Con esto quiero decir que, cualquier acción que no entre dentro de los parámetros “democráticos” será de inmediato neutralizada. Por poner un ejemplo, en España hay mucha gente a quien le gustaría quitar la monarquía, pues mientras sea una herramienta necesaria en el juego del ajedrez del neoliberalismo o también conocida “democracia”, la realeza se perpetuará en el trono por muchos años. Así qué, por más que se quiera ser un idealista creyendo que se puede ser un país cuando antes era una región, o destronar a un señor cuya corona es intocable, o incluso cambiar las mentes de quienes nos gobiernan para que no se lleven lo que no es suyo, si alguien piensa que esto puede cambiar, que vaya despertando de su sueño ya que hace tiempo que el despertador suena para que te levantes cada día para seguir siendo un poco más esclavo del sistema.

Imagen destacada: Montaje de Josep Manel Sánchez

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