El Equipo

Jesús Martínez

Solo soy un hombre. Dos ojos, una nariz y medio cerebro para superar el día a día. Me gusta el periodismo de verdad, el que trabaja con libertad, no el que vive atado y manipulado por los intereses económicos. Pero me gusta, mucho más, vivir la vida con ironía, esas pequeñas historias que te alegran el día, esos momento en los que dices; «No puede ser que me esté pasando a mí». De esas pequeñas alegrías se retroalimenta nuestra cordura. Simplemente vive y disfruta, la fruta.

Llanos de la Rosa

Nací en un lugar de la Mancha, de cuyo nombre sí quiero acordarme: Albacete. Elche me adoptó para que empezara a formarme como periodista, primero, como profe de lengua castellana, después. Pero hoy, tengo un título en una mano y una tarjeta del INEM en la otra. A pesar de ello, procuro que el optimismo y la risa no me falten. Si no tuviera lo de la primera mano, estaría muy arrepentida. Mientras llegan tiempos mejores, sigo disfrutando de la escritura, la lectura y el cine. A veces también me indigno. Entonces, uso las palabras, que son el único arma que sé utilizar.

Santi Vilella

Persona. Paseador de perro (no tanto como me gustaría). Licenciado en Periodismo, y en proceso de convertirme en experto en eso que llaman social media. Vivimos excelentes tiempos para ser opinador, no tanto para ser persona: por eso estamos aquí (lará lará ♫♫♫). De Rojales para el mundo.

Marina Marcos

Periodista. O eso pone en un papel. Haciéndome un hueco en este mundo aunque al ser tan pequeño cuesta lo suyo. Amante de los deportes… en la televisión, y de la cultura de rebote.  Creyendo aún en el periodismo aunque a veces cueste. Poco a poco pequeño saltamontes.

Maribel González

Mi madre me tuvo en el 91, en verano, creo que por eso no me gusta nada el calor. En Elche nací y en Elche sigo. Actualmente soy periodista y tengo un título que lo confirma (en la ficha del paro también consta). Además, soy un proyecto de cinéfila, serieadicta y, últimamente, devoradora de libros. Hago listas de todo, odio las prisas y las injusticias y por si no me escuchan cuando me quejo, lo escribo, para que no se olvide. Hay que ver, oír y hablar, porque si nos callamos, el mundo se va al traste.

Sonia Caballero

Hola, me llamo Sonia. Tengo 23 años, soy periodista y estoy en el paro. Mi madre me dijo que no estudiara periodismo y no le hice caso. Ahora me dice que tenía que haber estudiado psicología. ¿Le voy a hacer caso ahora? Pues no. Voy a protestar en este blog por las cosas que no me gustan que para eso hago periodismo. Puede que no vaya a cambiar el mundo pero no por eso me van a callar. Un placer. ¡Nos leemos!

José Manuel Sanrodri

Soy una línea mas de esa ola que va y viene, y con la espuma del mar la utilizo como tinta para escribir, sobre la enredadera del universo. El mundo se quiebra con aires podridos, nadie sabe como limpiarlo, solo las sombras amasan cenizas que devoran castillos de palabras, y yo bebo de la cantimplora de la sabiduría pretendiendo que su agua clara no enturbie mis dedos que desean tocar el horizonte. Por eso, quiero ser esa nota que está dentro de un recipiente de Tetra Brik que flota por ese mar de aire, papel que se destiñe con el tiempo y que algún día servirá, para alimentar la ansiedad de unos pocos duendes alocados.

Begoña Hernández

Madrid 1953. Juventud inconformista. Madurez dormida. Actualmente libre.
Escribo porque me gusta, como me gustan el vino o las flores. La edad no me ha hecho perfecta pero sí más reflexiva y, en consecuencia, más libre. Digo lo que pienso, tratando de no ofender, pero sin dejar dentro lo que guardo en el tintero. Espero contribuir con la experiencia de los años, pero sé que son ellos los que van a aportar el coraje e inconformismo de la juventud.

Isabel Grech

Rojales, 1990. Estudié Periodismo porque me gustaba escribir, pero las casualidades de la vida me acercaron más a la radio. Ahora soy periodista porque me gusta contar la verdad, informar al mundo sobre lo que pasa, ejercer ese cuarto poder que algunos dicen que tienen los medios de comunicación. Y si hay algo que me gusta más que todo esto es criticar lo que está mal, lo que se podría hacer mejor y además afecta a la sociedad.