Perfil falso

El día que tenía que desvelar su identidad verdadera la borró definitivamente

Jose Manuel Sanrodri

Juan es uno de esos chicos que están en la treintena, sin pareja y sin un trabajo fijo. Un día se atrevió a instalarse una de estas aplicaciones de relaciones de pareja para pasar el tiempo. Apenas tenía visitas o un ‘me gusta’, no obstante, le entusiasmaba eso de decidir qué chica le gustaba y qué chica no. Un día dictaminó borrar su perfil y se creó otro nuevo, con fotos que extrajo del buscador de internet. Salvo las fotos, todo lo que puso en ese perfil era cierto, desde su nombre hasta su edad o sus gustos más inconfesables. No tardó en recibir un par de ‘me gusta’ casi a diario y cientos de visitas, algunas le dejaban mensajes, hasta que respondió a uno de ellos.

Jennifer era una chica de otra ciudad, de unos veintitantos, dependienta de una tienda de ropa y estaba sin novio desde hacía unos tres meses. Al principio los mensajes eran banales, pero no pasó mucho tiempo para que se hicieran más íntimos. También la foto de ella estaba cogida de internet y el nombre no era el de ella, pues se llamaba Marta. El motivo de que ni el nombre ni las fotos fuesen auténticas, era porque no quería que la reconociesen conocidos suyos. Pero no se demoró en mandarle fotos de cómo era ella realmente. Cuando ella le pedía una a él, este le decía que la cámara de su móvil no iba nada bien y le enviaba fotos que había cogido de internet, y para que fuesen irreconocibles las retocaba con un programa para así enviarle imágenes muy borrosas u oscuras. Así pasaron los meses y sin apenas darse cuenta, se habían enamorado el uno del otro. Pero Juan seguía sin decirle a Marta que el de las fotos no era él.

El desenlace de un impostor

A Marta le encantaba que Juan estuviera interesada en ella y no solo por sexo, cómo infinidad de chicos que nada más iniciar la conversación ya le pedían acostarse con ella. Al principio le daba morbo que este se hiciese el inaccesible, impropio de un hombre, pero las dudas muy pronto se hicieron latentes. Otra circunstancia por la que todavía no se habían conocido, era la considerable distancia entre ambos y principal excusa de Juan. Sin embargo, ella sospechó cuando un día decidió que quería ir a verlo y este se mostró demasiado esquivo. Los pretextos de Juan la hicieron desconfiar, y desde que chateaba con él no se había puesto a ver otros perfiles de la aplicación hasta que decidió hacerlo de nuevo. Pero esta vez el radio de distancia en la búsqueda de perfiles masculinos se amplió y la prominencia quiso que se tropezase con una foto idéntica al chico que había idealizado. Entonces no tardó en enviarle unos mensajes a Juan sintiéndose decepcionada y pidiendo explicaciones. Juan no supo dárselas, tan solo apenado porque perdía a la chica de la que se había enamorado, borró su perfil y la aplicación del móvil.

Si alguien cree que esto acaba aquí, todavía queda la mejor parte. Juan un día fue a la ciudad y tienda donde trabajaba Marta y compró una prenda de ropa. Se quedó mirándola mientras le cobraba y cuando terminó de pagar salió por la puerta de la tienda sin mirar atrás, porque ella apenas sabía que era Juan, el chico que conoció en la aplicación de móvil y él, no se atrevió a decirle la verdad. Las lágrimas de cobardía se apoderaron en el interior de su vehículo, estuvo bastante tiempo en aquel parking, creyendo que se armaría de valor y entraría a por ella, pero nunca sucedió tal cosa. A día de hoy, se lamenta de no haberle enviado una foto que podría haber cambiado el transcurso de esta historia, pero se auto convence que de este tipo de experiencias se aprende.

Imagen destacada de pixabay.com con licencia Creative Commons

2 comentarios en “Perfil falso

  1. Es una historia muy interesante pero, sobre todo, tan triste… Tal vez sea un caso «extremo» pero creo que demuestra hasta qué punto es importante la honestidad y la confianza en cualquier pareja.
    Espero que Juan y Marta aprendieran de la experiencia para alcanzar la felicidad por otro camino.

    Me gusta

    • La verdad es que estoy de acuerdo contigo, en lo de la historia triste. Pero cuando me la contaron me la imaginé como la historia de una película, parecía tan inverosímil. Pero pude corroborar la narración con los mensajes del móvil. También te puedo decir que esta historia la vi desde la soledad de dos personas que necesitaban encarecidamente encontrarse…, pero al final, vuelven a ser dos desconocidos que se han conocido desde mensajes en un dispositivo móvil. Gracias por el comentario.

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario